jueves, 8 de marzo de 2012

INTERVENCIÓN SOBRE EL PRESUPUESTO DE MANUEL MENDOZA

En primer lugar quiero dejar en claro que toda esta Sesión fue una completa falta de respeto a todos. A los vecinos convocados por uno de los proyectos, a los periodistas, a los ciudadanos de Bahía Blanca porque se les informó una hora y estamos debatiendo esto 13 horas después. Más allá de las desprolijidades burocráticas de la sesión, y las demoras producidas por el exceso de protagonismo de algunos, Sumemosle que si algunos tenían algo que charlar entre bloques o en el interior de sus espacios lo hubiesen hecho ayer, hoy no era el momento, hubo tiempo para analizar y para tomar un posición clara. Además, antes de exponer los argumentos de mi voto quiero dejar en claro que desde este bloque pusimos toda la voluntad para analizar el presupuesto, presentamos las preguntas el primer día que este presupuesto llego a este Concejo hace casi 2 meses. Las respuestas nos llegaron ayer al medio día, y no bastó con eso sino que hoy bajamos a sesionar y nos enteramos que todo el presupuesto había sido modificado en todos sus puntos. Más allá de que tengo argumentos y los voy a explicar, no podría votar este presupuesto porque no sabemos, a estas horas ya de que se trata.

Ahora sí, los argumentos originales por los cuáles adelanto mi voto que va a ser negativo es porque entiendo que un presupuesto, es el elemento más claro para marcar el rumbo político de un gobierno. Es la expresión gráfica de cuáles son sus  prioridades y cuáles no.

Los presupuestos son decisiones políticas que se transforman en acciones de gobierno concretas: en obras, en salud, en promoción social, en políticas de niñez, culturales, viales, asfalto, cloacas y hasta en un semáforo colocado en una esquina forman parte del presupuesto y es una decisión política. Implica decidir en qué se gasta el dinero del estado municipal y de qué manera.

El presupuesto grafica contundentemente el rumbo político que su intendente quiere para una ciudad. Muestra su política.

Después de pedir explicaciones y de analizarlo profundamente, para este bloque, este es un presupuesto contradictorio, incongruente con inconsistencias técnicas muy fuertes, que significan al fin incoherencias entre lo que se dice  y lo que se piensa hacer.

Este mismo presupuesto dice en sus fundamentos que va a ser un año difícil y de incertidumbre económica, pero al mismo tiempo, se fundamenta en una ordenanza fiscal que planteó un aumento del 90% a las tasas.

Este presupuesto  habla de la necesidad de fortalecer la política víal, pero destina un ínfimo porcentaje de los recursos propios a asfalto y obras necesarias para los vecinos y los barrios, ¡sólo el 1% del presupuesto se destina a las cuestiones viales!

Según este presupuesto, la política ambiental ha dejado de ser una política de estado, casi no hay recursos para este tema.

Mientras los vecinos pagan más impuestos, este presupuesto dice que se van a pagar grandes sumas en sueldos de personal  político contratado. El presupuesto de la Secretaría de Economía creció un 72%  la partida trepó de 2 millones a 5, solamente para cubrir, según Villalba, 50 cargos temporarios, que en la realidad son muchos más, según estas cifras cada temporario cobraría casi 7 mil pesos por mes! Con el agravante de que la ciudad atraviesa un severo problema de desempleo, el municipio no ha resuelto el reclamo de los precarizados.

Además, y esto es muy grave, el presupuesto no está desagregado correctamente. Desde lo técnico presenta un desarrollo pobrísimo y no es casualidad, de esta forma no se especifican las partidas ni el destino de los fondos!  Sólo como ejemplo, en este presupuesto no podemos saber; cuánto le sale a los bahienses  la casa de Bahía Blanca en Buenos Aires, cuánto se gasta exactamente en publicidad, no podemos saber exactamente el número de nuevo personal político jerárquico incorporado.

Seguimos frente a un gobierno que continua con una política centralizadora, que no fomenta la participación de los vecinos en la toma de decisiones para su ciudad. Es ínfima la cantidad de dinero destinado al presupuesto participativo, sólo 200 mil pesos.

Y uno de los puntos principales que nos llama la atención, es que este presupuesto propone una forma peligrosa respecto a la manera en la que se deciden las políticas y el dinero a gastarse en cada área. Hay una serie de artículos del proyecto que otorgan facultades extraordinarias al DE para reutilizar, modificar, redireccionar fondos, saldos de fondos sin consulta del HCD, que es la herramienta que tenemos todos los vecinos para controlar al poder ejecutivo.


En conclusión; no compartimos estas políticas para la ciudad. En este presupuesto vemos la misma política de Breitenstein, este presupuesto es igual al del año anterior, no podemos visualizar un cambio de rumbo ni a una nueva gestión. Seguimos con una política para la ciudad centralizadora, mediática en muchos temas y deficiente en la administración del gasto publico. Por eso no votamos el presupuesto integralmente por su concepción global, no se trata ya de discutir una partida u otra, todo el presupuesto encarna una política con la que no estamos de acuerdo y que ha ocasionado a la ciudad numerosos disgustos evidentes en los últimos meses.

Manuel Mendoza

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