lunes, 21 de febrero de 2011

Los Bahienses son los dueños del servicio público. ¿Son realmente 
los dueños?

Con ésta frase grandilocuente el Intendente Municipal culminó una entrevista periodística. A pocos días de la misma  y en un ámbito totalmente ajeno a Bahía Blanca,  se anuncia que se soluciona un conflicto de Plaza con la UTA, haciéndola trascender a la solución como una acción importante  del gobierno municipal.  Este acuerdo UTA- Intendencia  y Grupo Plaza  en la Ciudad de Buenos Aires pone en evidencia;  desde que lugar se pretende manejar el trasporte público de la ciudad.  ¿No hubiera sido más adecuado  que se  diera cumplimiento desde hace más de dos años a lo que  estipula el pliego de bases y condiciones?  Y si hubiera cuestiones que modificar no debería hacerse con la participación de todos los sectores involucrados, en especial los usuarios, el Concejo Deliberante?

También esto deja claramente en evidencia que el único que impone condiciones  y que  controla el funcionamiento del  transporte es el Grupo Plaza  con la absoluta complicidad del Intendente Cristian Breitenstein y que ha generado  una situación caótica en el servicio, originando una caída estrepitosa en el número de usuarios y una desconfianza total de la ciudadanía hacia el servicio de transporte. De continuar esta forma de gestionar absolutamente inoperante   lo que ocurrirá que el transporte público  se transformará en un medio de transporte marginal, cuando lo correcto seria privilegiarlos por  encima de todos los otros medio de transporte.

Más allá de los anuncios mediáticos, y las peleas televisivas, la verdad es que  nada se hace para privilegiar el servicio público,   como muestra sólo tenemos que observar;  que con el nuevo sistema de pago de boletos  se expulsa al usuario ocasional, (un nuevo usuario potencial que deja el sistema)  ya que para acceder al servicio  hay que pagar 10 pesos por la tarjeta y además el pasaje, o podemos mencionar los innumerables inconvenientes de compra y recarga de pasajes que el sistema tiene. No mencionemos la discriminación sectorial, que en los hechos, significa la locación de los puntos de venta.

Lo único que ha demostrado este gobierno es  impericia y falta de compromiso en  cumplir lo que está legislado. Ineficacia que pretenden disfrazar con  anuncios grandilocuentres.

Carlos Fabaro
Partido GEN

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